Estampa de
San José
SALUTACIÓN
¡Dios te salve, oh José,
esposo de María, lleno de gracia! Jesús y su Madre
están contigo: bendito tú eres entre todos los
hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. San
José, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora
de nuestra muerte. Amén.
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TE JOSEPH CELEBRENT
(Himno) [1]
¡Oh José! que
los coros celestiales celebren tus grandezas, / que los cantos
de todos los cristianos hagan resonar sus alabanzas. / Glorioso
ya por tus méritos, te uniste por una casta alianza /
a la Augusta Virgen.
Cuando, dominado por la duda
y la ansiedad, / te asombras del estado en que se halla tu esposa
/ un Ángel viene a decirte que el Hijo que Ella ha concebido
/ es del Espíritu Santo.
El Señor ha nacido,
y le estrechas en tus brazos; / partes con El hacia las lejanas
playas de Egipto; / después de haberle perdido en Jerusalén,
le encuentras de nuevo; así tus gozos van mezclados con
lágrimas.
Otros son glorificados después
de una santa muerte, / y los que han merecido la palma son recibidos
en el seno de la gloria; pero tú, por un admirable destino,
semejante a los Santos, y aún más dichoso, / disfrutas
ya en esta vida de la presencia de Dios.
¡Oh Trinidad Soberana!
oye nuestras preces, concédenos el perdón; / que
los méritos de José nos ayuden a subir al cielo,
para que nos sea dado cantar para siempre el cántico de
acción de gracias y de felicidad. Amén. |
ORACIÓN
DEL PAPA LEÓN XIII
A Vos, bienaventurado
José, acudimos en nuestra tribulación, y después
de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos
también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella
caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios,
os tuvo unido y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño
Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno
los ojos a la herencia que, con su sangre, adquirió Jesucristo,
y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.
Proteged, oh
providentísimo Custodio de la Divina Familia, la escogida
descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de
error y de corrupción; asistidnos propicio desde el cielo,
fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder
de las tinieblas; y como en otro tiempo librasteis al Niño
Jesús de inminente peligro de la vida, así ahora
defended la Iglesia santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos
y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con
perpetuo patrocinio para que a ejemplo vuestro y sostenidos por
vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir,
y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén.
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ORACIÓN
POR DIVERSAS NECESIDADES
Santo Patriarca,
dignísimo esposo de la Virgen María y Padre adoptivo
de Nuestro Redentor Jesús, que por vuestras heroicas virtudes,
dolores y gozos merecisteis tan singulares títulos; y
por ellos, especialísimos privilegios para interceder
por vuestros devotos; os suplico, Santo mío, alcancéis
la fragante pureza a los jóvenes y doncellas, castidad
a los casados, continencia a los viudos, santidad y celo a los
sacerdotes, paciencia a los confesores, obediencia a los religiosos,
fortaleza a los perseguidos, discreción y consejo a los
superiores, auxilios poderosos a los pecadores e infieles para
que se conviertan, perseverancia a los penitentes, y que todos
logremos ser devotos de vuestra amada Esposa, Maria Santísima,
para que por su intercesión y la vuestra podamos vencer
a nuestros enemigos, por los méritos de Jesús,
y conseguir las gracias y favores que os hemos pedido para santificar
nuestras almas hasta conseguir dichosa muerte, y gozar de Dios
eternamente en el Cielo. Amén.
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SAN
JOSÉ BENDITO
San José
bendito tú has sido el árbol elegido por Dios no
para dar fruto, sino para dar sombra. Sombra protectora de María,
tu esposa; sombra de Jesús, que te llamó Padre
y al que te entregaste del todo. Tu vida, tejida de trabajo y
de silencio, me enseña a ser fiel en todas las situaciones;
me enseña, sobre todo, a esperar en la oscuridad. Siete
dolores y siete gozos resumen tu existencia: fueron los gozos
de Cristo y María, expresión de tu donación
sin límites. Que tu ejemplo de hombre justo y bueno me
acompañe en todo momento para saber florecer allí
donde la voluntad de Dios me ha plantado. Amén. |