DÍA PRIMERO
"Dios
nos llama a la perfección a todas horas y desde niños"
San Ezequiel nació y
creció en un hogar sencillo, pero cristiano. Allí
desarrolló un carácter cuajado de virtudes cristianas
que lo llevó a la perfección.
Señor, siembra en tu
iglesia hogares como el suyo; ayúdanos a formar cristianamente
a nuestros jóvenes. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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DÍA SEGUNDO
"Hagámonos
con nuestras virtudes instrumentos aptos de Dios"
San Ezequiel respondió
con generosidad a la vocación recibida. Supo ser, siempre
y en todo lugar, instrumento obediente en las manos de Dios.
Señor, concédenos
cumplir fielmente, a imitación suya, los deberes del estado
a que Tú nos has llamado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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DÍA TERCERO
"Dios
me dio un don inapreciable al llamarme a la vida religiosa"
Aun siendo obispo, san Ezequiel
vivió siempre como fraile. Fue pobre, casto y obediente,
entregado sin reservas al servicio de la Iglesia.
Señor, que nuestros
religiosos sean siempre abundantes y estén, como san Ezequiel,
dedicados a tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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DÍA CUARTO
"Hay que
estar desprendido de todo para llevar vida de misionero"
San Ezequiel tenía de
los misioneros una idea elevadísima; a gusto se habría
cambiado por ellos.
Señor, asiste a nuestros
misioneros. Multiplícalos. Que sean como san Ezequiel.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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DÍA QUINTO
"Sólo
en la voluntad divina se puede encontrar el verdadero gozo"
La perfección consiste
en cumplir siempre la voluntad de Dios. Fray Ezequiel llegó
a ser santo porque en todo momento intentó seguirla.
Señor, haznos aceptar
tus planes sin condiciones. Que, igual que san Ezequiel, seamos
así felices. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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DÍA SEXTO
"Buscad
gente que pida mucho al Señor y le fuerce con sus oraciones"
Todos los días, san
Ezequiel pasaba varias horas ante el sagrario; de allí
brotaba su ardiente caridad, su celo incansable, su fortaleza
y austeridad.
Señor, enséñanos
a rezar como él lo hacía. Danos una oración
perseverante que fecunde la vida de la Iglesia. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
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DÍA SÉPTIMO
"Amar
a María es amar la cosa más bella que todo lo que
no es Dios"
San Ezequiel profesó
a la Virgen un entrañable amor, como lo demuestran sus
escritos y los recuerdos que nos dejó.
Señor, como hiciste
con san Ezequiel, aumenta nuestra devoción a la Madre
de tu Hijo y Madre nuestra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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DÍA OCTAVO
"La renta
del prelado era el pan, el vestido, y el contento de los pobres"
San Ezequiel consagró
toda su vida a servir a los demás. Su caridad con los
pobres, enfermos y necesitados, no tuvo límites.
Señor, que su ejemplo
nos estimule a prodigarnos en favor de los necesitados. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
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DÍA NOVENO
"Si no
hubiera sufrimientos, pocos se acordarían de que hay Dios"
Unido a Cristo, san Ezequiel
sufrió con dulzura admirable el cáncer de nariz
que lo llevó a la tumba.
Que aprendamos a imitar su
ejemplo, Señor. Que el sufrimiento nos purifique y nos
acerque a Ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. |