- Festividades: 29 de
junio; 22 de febrero (cátedra de S. Pedro); 18 de noviembre
(dedicación de la basílicas de S. Pedro y S. Pablo)..
- Patrón:
Roma, Iglesia universal, ladrilleros, fundidores de plomo, panaderos,
pescadores, vidrieros, cerrajeros, fundidores, carpinteros, relojeros,
contra la fiebre, dolencias en los pies, de los penitentes y
de los que se confiesan.
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- Festividades: 25 de
enero (conversión); 29 de junio; 18 de noviembre (dedicación
de la basílicas de S. Pedro y S. Pablo).
- Patrón:
Roma, cordeleros, alfombreros, teólogos, trabajadores
de relaciones públicas, fabricantes de tiendas de campaña,
contra calambres, convulsiones, para la fertilidad de los campos,
contra el granizo, contra el temor, de la prensa católica.
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ORACIÓN
A SAN PEDRO
Príncipe de los Apóstoles
y de la Iglesia Católica: por aquella obediencia con que
a la primera voz dejaste cuanto tenías en el mundo para
seguir a Cristo; por aquella fe con que creíste y confesaste
por Hijo de Dios a tu Maestro; por aquella humildad con que,
viéndole a tus pies, rehusaste que te los lavase; por
aquellas lágrimas con que amargamente lloraste tus negaciones;
por aquella vigilancia con que cuidaste como pastor universal
del rebaño que se te había encomendado; finalmente,
por aquella imponderable fortaleza con que diste por tu Redentor
la vida crucificado, te suplico, Apóstol glorioso, por
tu actual sucesor el Vicario de Cristo. Alcánzame que
imite del Señor esas virtudes tuyas con la victoria de
todas mis pasiones; y concédeme especialmente el don del
arrepentimiento para que, purificado de toda culpa, goce de tu
amable compañía en la gloria. Amen. |
ORACIÓN
A SAN PABLO
Glorioso apóstol San
Pablo, vaso escogido del Señor para llevar su santo nombre
por toda la tierra; por tu celo apostólico y por tu abrasada
caridad con que sentías los trabajos de tus prójimos
como si fueran tuyos propios; por la inalterable paciencia con
que sufriste persecuciones, cárceles, azotes, cadenas,
tentaciones, naufragios y hasta la misma muerte; por aquel celo
que te estimulaba a trabajar día y noche en beneficio
de las almas y, sobre todo, por aquella prontitud con que a la
primera voz de Cristo en el camino de Damasco te rendiste enteramente
a la gracia, te ruego, por todos los apóstoles de hoy,
y que me consigas del Señor que imite tus ejemplos oyendo
prontamente la voz de sus inspiraciones y peleando contra mis
pasiones sin apego ninguno a las cosas temporales y con aprecio
de las eternas, para gloria de Dios Padre, que con el Hijo y
el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de
los siglos. Amén. |