Principal > Jesucristo > Pasión y muerte
1. NOVENA I |
de Domenico Fetti. 1618 National Gallery of Art Washington, DC. |
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imprimir folleto tríptico ¡Jesús! Tu imagen inefable es el astro que guía mis pasos. Tú lo sabes bien. Tu dulce rostro es aquí en la tierra mi paraíso. Mi amor descubre los encantos de tus ojos embellecidos por el llanto. Cuando contemplo tus dolores sonrío a través de mis lágrimas. Deseo vivir ignorada y solitaria para consolar tu belleza; esa belleza que se oculta en tu Faz bajo el misterio del dolor y que tan fuertemente me atrae a Ti. Tu faz es mi sola patria; ella es mi reino de amor, mi prado risueño, mi dulce sol de cada día. Ella es el lirio del valle, cuyo perfume misterioso consuela mi afligida alma y le hace gustar la paz de los cielos. Ella es mi reposo, mi dulzura y mi melodiosa lira. Tu rostro, dulce Salvador, es el divino ramillete de mirra que yo quiero guardar en mi corazón. Tu Faz es mi sola riqueza, no quiero nada fuera de ella. Jesús yo me asemejaré a Ti, y oculta entre los pliegues del velo de la Verónica, atravesaré la vida desapercibida de las criaturas. Deja en mi la divina impresión de tus besos, llenos de dulzura, y pronto llegaré a ser santa y atraeré a Ti todos los corazones. Cuando tus labios adorados impriman en mi el beso eterno, haz que me abrase de amor, y que este amor levante en el campo de la Iglesia una hermosa cosecha de almas santas Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz |
CONSAGRACIÓN ¡Oh Faz amabilísima de Jesús!; Aquí vengo, atraído por tu dulce mirada, que como divino imán, arrebata mi corazón aunque pobre y pecador! ¡Oh Jesús!, quisiera enjugar tu adorable Faz y consolarte de las injurias y olvido de los pecadores. ¡Oh Rostro hermosísimo!, las lágrimas que brotan de tus ojos me parecen diamantes, que quiero recoger para comprar con ellos las almas de mis hermanos. ¡Oh amado Jesús!, si yo tuviera el amor de todos los corazones, todo sería para Ti. Envía, Señor, almas, sobre todo almas de apóstoles y de mártires para abrasar en tu amor a la multitud de los desgraciados pecadores. ¡Oh adorable Jesús!, mientras aguardo el día eterno en que contemplaré tu gloria infinita, mi único deseo es venerar tu Faz santísima, a la cual consagro desde ahora para siempre mi alma con sus potencias y mi cuerpo con sus sentidos. ¡Oh mi Jesús!, haz que tu Rostro lastimado sea aquí abajo mi encanto y mi cielo. |
Por la señal... Oración preparatoria
para todos los días ¡Oh Padre
Eterno! Mira la Faz de tu Cristo y por sus méritos infinitos
concédeme un ardiente deseo de reparar las injurias hechas
a tu Divina Majestad y la gracia que deseo obtener en esta novena.
Así sea. Rezar a continuación la oración del día que corresponda: 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 Terminar cada día con la siguiente jaculatoria y oración: Jaculatoria: ¡Muéstranos, Señor, tu Faz y seremos salvos! Oración final para
todos los días |
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