Rezar la oración del día
que corresponda:
DÍAS
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| 7 | 8 | 9
DÍA PRIMERO:
CONFIANZA
La vida de Santa Bernardita
nos muestra lo que la Virgen puede hacer con nuestras vidas cuando
nos confiamos a Ella. Nuestra existencia, en manos de María,
se convierte en una bendición para todo el mundo.
Oración. Santa Bernardita, aumenta nuestra confianza
en la Santísima Virgen, a quien tuviste el honor de ver
aquí en la tierra. Como tú, nos ponemos bajo tu
protección, para que siempre podamos mantener viva la
pureza de nuestros corazones.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA SEGUNDO:
AMOR A DIOS
La primera oración que
Nuestra Señora enseña en Lourdes es el signo de
la Cruz: Bernadette quedó impresionada por la manera tranquila,
amplia y solemne en que la Santísima Virgen se santiguó.
La señal de la Cruz
debe hacerse con el corazón, debe ser un acto externo,
bello y solemne, pero sobre todo debe ser compartida interiormente
con una profesión de fe decidida.
Bernadette vivió íntimamente
unida a Jesús, a quien amó hasta el punto de dar
su propia vida, y siempre trató de traducir en ella cada
gesto y cada palabra, el deseo de su corazón de amar a
Dios sobre todas las cosas.
Oración. Concédenos, Santa Bernardita,
que amemos profunda y fielmente al Señor, a quien se lo
debemos todo. Intercede por nosotros para que cada acto de nuestra
vida sea inspirado por este amor.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA TERCERO:
HUMILDAD
Bernadette es sencilla y humilde.
Situada en el centro de la atención eclesial, permaneció
con los ojos fijos en su pequeñez, sin perderla nunca
de vista. Ni por un momento pensó que era más de
lo que era. Se consideró una escoba, que va detrás
de la puerta después de usarla. En su último suspiro,
suplicó a la Madre de Dios que rezara por ella, una pobre
pecadora. Nunca aceptó ser un personaje. Nunca hizo el
papel de vidente. Siempre quiso ser como cualquier otra.
Oración. Oh, santa Bernardita, que fuiste elegida
por la Madre de Dios por la sencillez de tu corazón, tan
especialmente querida por ella, ayúdanos a practicar siempre
la humildad y el amor cristiano.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA CUARTO:
SUFRIMIENTO
Pensamiento espiritual: "La
cruz puede reemplazar todo, pero nada puede reemplazar a la Cruz".
(Santa Bernadette).
La salud de Bernadette siempre
fue precaria: el asma, que padecía desde que era niña,
no le dio ningún respiro; sufrió de un reumatismo
articular muy doloroso y en varias ocasiones terribles pérdidas
sangre hicieron temer por su vida. A estos sufrimientos físicos
se sumaba el dolor por la muerte temprana de ambos padres.
Los quince años de vida
en el convento fueron un verdadero calvario de sufrimiento. Los
mismos superiores la trataron fríamente, por un designio
providencial que excluye a las almas elegidas de la compresión
y, a menudo, también la benevolencia de las almas mediocres.
Como Nuestra Señora le había anunciado, no estaba
prevista su felicidad en este mundo.
Oración. Santa Bernardita, que con tanta paciencia
y con tanta confianza en Dios soportaste los sufrimientos de
la contradicción moral cuando hablaste con la Virgen del
Cielo, y soportaste los dolores físicos de la enfermedad,
obtén para nosotros esta misma sumisión tuya al
sufrimiento también en nuestras vidas.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA QUINTO:
ORACIÓN
Santa Bernadette solía
decir, en su simplicidad: "A la Virgen le agrada que se
le rece". ¿Por qué a la Virgen le gusta que
le oren? La razón es profunda: es porque orar, abriendo
el corazón, es útil para nosotros, porque nos puede
cambiar y acercarnos a ella, obtener grandes gracias para nosotros
y, sobre todo, convertirnos. Porque finalmente aprendemos a confiarnos
totalmente a ella, con total confianza, sin reservas, sospechas
o temores. Porque nos damos cuenta de que tenemos una Madre,
inmensamente buena. Que al Hijo puede pedirlo todo, para que
pueda hacerlo todo. Y que ella es la Mediadora de todas las gracias.
Oración. Danos, Santa Bernardita, tu confianza
para rezar a Dios, por intercesión de la Virgen María,
por todas las necesidades en las que nos encontramos, como te
enseñó la Divina Madre en Massabielle.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA SEXTO:
ABANDONO A LA VOLUNTAD DE DIOS
Bernadette es fuerte y valiente.
En el cumplimiento de las tareas que la Virgen le confía,
es precisa, escrupulosa y decidida. Las realiza a la perfección,
hasta el final, independientemente de sí misma y de las
posibles consecuencias desafortunadas. Ella quiere hacer feliz
a la Virgen y así cumplir plenamente la Voluntad de Dios.
En su fragilidad no teme a las autoridades civiles y religiosas,
sino que se enfrenta a ellas con calma, gracia y autoridad. Al
final, se impondrá con la fuerza de la verdad.
Oración. Oh santa Bernardita, que fuiste un instrumento
dócil a la Voluntad de Dios, expresada a través
de María, enséñanos a obedecer fielmente
a Dios y a someternos generosamente a todo lo que Él nos
pide.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA SÉPTIMO:
CARIDAD Y POBREZA
Bernadette, desde niña,
ayudó en el cuidado de los enfermos, en los servicios
de la cocina, en la atención a los niños. Vivió
en una familia profundamente pobre y probada. Su amor por la
pobreza es desconcertante: la pobreza era para ella la mayor
riqueza que tenía. No había en ella ningún
un fanatismo exagerado, sino una firme decisión para evitar
que la gracia de haber visto a la Virgen pudiera suponer una
ventaja material para ella y su familia.
Oración. Queremos parecernos a ti, Santa Bernardita,
en tu amor por la pobreza y por el hombre y convertirnos en instrumentos
dóciles de la Providencia para el bien del prójimo.
Padrenuestro, avemaría,
gloria.
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DÍA OCTAVO:
PENITENCIA
"Penitencia, penitencia,
penitencia" son las palabras de la Virgen a Santa Bernardita.
La petición de la Virgen
la llevará a aceptar su cruz. Después de las apariciones,
Bernadette se retiró a Nevers en el convento de Saint-Gildard.
Aquí, en el silencio y la ocultación, en la oración
y en los terribles sufrimientos del cuerpo y del espíritu,
en el cuidado apasionado de los enfermos, concluirá su
corta vida en la tierra. En su lecho de dolor exclamará:
"estoy molida como un grano de trigo. Nunca imaginé
que tendría que sufrir tanto por el Amor de Jesús
y de María".
Oración. Haznos entender, santa Bernardita, la
necesidad de mortificarnos para nuestra salvación personal
e interceder por el perdón de los pecados de nuestros
hermanos, como tú nos has transmitido a través
de la palabra de la Reina del Cielo.
Padrenuestro, avemaría,
gloria
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DÍA NOVENO:
VIDA INTERIOR Y VIDA ETERNA
El 16 de abril es el día
en que, en 1879, Santa Bernardita nació en el cielo, después
de su largo sufrimiento. Expiró a las tres de la tarde,
un miércoles de la semana posterior a la Pascua. Sus últimas
palabras fueron: "Santa María, Madre de Dios, ruega
por mí, pobre pecadora". Entonces dijo. "Tengo
sed." Así, entrando en la alegría del paraíso,
sació su sed de Dios.
Oración. Queremos vivir como tú, Santa Bernardita,
siempre bajo la mirada de Dios y de la Virgen María. Obtén
para nosotros la gracia de asemejarnos especialmente a ti en
esto.
Padrenuestro, avemaría,
gloria. |