"Jesús
en el Sagrario está callado, se ha obligado a perpetuo
silencio.
Y no obstante lo riguroso e impenetrable de éste, cualquiera
que tenga oídos y se acerque a las puertas de los Sagrarios
que se ha buscado para vivir en la tierra Sacramentado, oirá
que del fondo de ellos surge a modo de suspiro, que las más
de las veces suena a grito de angustia, el ¡TENGO SED!
de su última hora de Cruz."
|
ORACIÓN
I
Corazón
de Jesús Sacramentado, que te dignaste elegir a tu siervo
Manuel para ser el apóstol de tus Sagrarios abandonados,
consagrando su vida entera a reparar esos abandonos, dándote
y buscándote amorosa, fiel y reparadora compañía
en el Santísimo Sacramento; por aquella fidelidad con
que te sirvió durante toda su vida y por el celo ardiente
con que procuró tu mayor gloria, mediante la educación
cristiana de los niños pobres, la formación de
sacerdotes santos y la aproximación de todos a Ti en la
sagrada Eucaristía, te rogamos humilde y fervorosamente,
que si te agradan sus méritos y virtudes, te dignes aceptar
nuestras súplicas y concedemos por su intercesión,
la gracia que de todo corazón te pedimos si ha de ser
para mayor gloria de Dios, advenimiento de tu reino eucarístico,
honor de tu Madre Inmaculada, exaltación de tu fidelísimo
Siervo y provecho de nuestras almas. Amén.
Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
__________
ORACIÓN
II
San Manuel González,
apóstol y obispo de los sagrarios abandonados. Tú,
que enamorado de la eucaristía y de la presencia real
de Dios encarnado en todos los tabernáculos del mundo;
y ante la indiferencia, ingratitud y olvido por parte de los
hombres de acompañar en amor e intimidad al Santísimo
Sacramento, te ofreciste como reparador y amante del Dios escondido
hasta la muerte; y pediste ser enterrado junto a un sagrario
para que tus huesos gritaran: "¡ahí está
Jesús! ¡ahí está! No le dejéis
abandonado." Enséñanos a tener esa intimidad
con Cristo sacramentado para que nuestras almas locas de amor
por Él se entreguen como ostias vivas para la salvación
del mundo. Amén.
San Manuel González.
Ruega por nosotros. |