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RAZONES PARA...
4. SER DEVOTOS DE LOS SANTOS

Páginas: 1. Ir y escuchar la Santa Misa | 2. Comulgar
3. Visitar a Jesús sacramentado | 4. Ser devotos de los santos

 


[Gloria de los santos]

"Son tantas y tan grandes nuestras necesidades de cuerpo y alma, y las culpas en que cada día caemos, y las dificultades que tenemos en vencernos y en vencer a los enemigos que continuamente nos hacen guerra, que nos conviene estar siempre alerta, y buscar valedores y favorecedores para poder resistir a sus asaltos y combates. El bienaventurado San Pablo dice que el cristiano lidia en este mundo con Satanás, y que está expuesto a los ojos de los Ángeles y Santos del cielo que le están mirando. Los mismos Santos, que nos miran y ven nuestros peligros y peleas, y se alegran cuando vencemos. y se entristecen a su modo cuando somos vencidos, son los que con sus oraciones más nos pueden ayudar, y a quienes nosotros debemos invocar y pedirles su ayuda y socorro, porque son muy poderosos delante del Señor, y nos alcanzan de su divina Majestad la gracia que nosotros por nuestras culpas no merecemos. Este uso de invocar los Santos es antiquísimo en la Iglesia católica, y muy glorioso para el Señor que los hizo Santos, y para ellos de mucha honra, y para nosotros de grandísima utilidad."

P. Pedro de Rivadeneira
(1527-1611)

 

***

 

La intercesión de los santos. "Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad...no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra... Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad" (LG 49)

Catecismo de la Iglesia católica, nº 956

RAZONES PARA SER DEVOTOS SUYOS

1) Son de nuestra misma naturaleza; fueron flacos como nosotros, y saben por experiencia nuestra necesidad.

2) Son de la misma naturaleza que Jesucristo y su Santísima Madre, y esta semejanza y parentesco les da mayor aliento para rogar por los pecadores.

3) Padecieron mucho en esta vida por amor de Jesucristo, y le obligan con la representación de sus penas, a que conceda lo que piden para sus devotos.

4) Los quiere Dios honrar en la tierra, donde le sirvieron, concediendo por su intercesión favores a los mortales.

5) Como pelearon y vencieron en nuestras mismas batallas, les ha concedido Dios especial poder para ayudarnos en ellas.

6) Enseñaron a los hombres el camino del cielo, unos con sus palabras, otros con sus ejemplos, y se debe agradecimiento y reverencia a los maestros.

7) Dios nos los ha dado por ejemplares y abogados en señal de que quiere conceder lo que le pedimos por su intercesión, especialmente cuando esto se ordena a la imitación de sus virtudes.

8) Tenemos sus reliquias en la tierra, como prendas seguras de que por ellas han de hacer muchos bienes al mundo, donde dejaron tal tesoro.

9) Hace Dios continuos milagros y favores por la intercesión de los Santos, para alentar nuestra confianza y despertar nuestra devoción.

 

OBSEQUIOS CON QUE PODEMOS
OBLIGAR A LOS SANTOS

1) Encomendarnos a ellos, con grande confianza de alcanzar lo que pedimos, si nos conviene.

2) Leer con atención la vida del Santo o Santos de quienes se reza aquel día, procurando imitar algo de lo que leemos.

3) Hablar en nuestras conversaciones de sus virtudes, para que otros los imiten veneren.

4) Visitar sus templos y altares con devoción y reverencia.

5) Oír la Santa Misa en honra de los Santos de aquel día.

6) Confesar y comulgar en las fiestas de los Santos de nuestra mayor devoción.

7) Ejercitarnos tales días en limosnas y otras obras especiales de virtud, andando con mayor cuidado de evitar culpas, haciéndonos así más aptos para recibir sus favores.

8) Escoger por suerte cada año un Santo que nos sea especial patrono en todo él, rezándole cada día un Padre nuestro y Ave María, a manera de tributo; y cada mes otro Santo de los que caen en él, haciéndole por todo el mes el mismo obsequio.

9) Hacer cada día alguna conmemoración de todos los Santos, que puede ser su letanía, tomándolos a todos por intercesores para conseguir lo que tanto nos importa, como es la salvación, empezando desde ahora con todos los cortesanos del cielo una amistad que ha de ser eterna.


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