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Explicación de sus celebraciones |
Durante la Semana Santa, la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén. El tiempo de Cuaresma continúa hasta el jueves. A partir de la misa vespertina, "en la Cena del Señor", comienza el Triduo Pascual, que continúa durante el Viernes y el Sábado Santo, y tiene su centro en la Vigilia Pascual y acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección.
DOMINGO
DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR. La entrada del Señor en Jerusalén, ya desde antiguo, se conmemora con una procesión, en la cual los cristianos celebran el acontecimiento, imitando las aclamaciones y gestos que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso "Hosanna". Para la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén, además de la procesión solemne que se acaba de describir, el Misal ofrece otras dos posibilidades, no para fomentar la comodidad y la facilidad, sino en previsión de las dificultades que puedan impedir la organización de una procesión. La segunda forma de la conmemoración es una entrada solemne, que tiene lugar cuando no puede hacerse la procesión fuera de la iglesia. La tercera forma es la entrada sencilla, que ha de hacerse en todas las misas de este domingo en las que no ha tenido lugar la entrada solemne. MISA CRISMAL. CELEBRACIÓN PENITENCIAL
DE FINAL DE LA CUARESMA. LA MISA VESPERTINA DEL JUEVES
SANTO "EN LA CENA DEL SEÑOR". Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraternal. Para la reserva del Santísimo Sacramento prepárese un altar o una capilla, convenientemente adornada, que invite a la oración y a la meditación; se recomienda no perder de vista la sobriedad y la austeridad que corresponden a la liturgia de estos días. Cuando el Sagrario está habitualmente colocado en una capilla separada de la nave central, conviene que se disponga allí el lugar de la reserva y de la adoración. El lavatorio de los pies, que, según la tradición, se hace en este día, significa el servicio y el amor de Cristo, que "no ha venido para que le sirvan, sino para servir". Conviene que esta tradición se mantenga y se explique según su propio significado. Invítese a los fieles a una adoración prolongada del Santísimo Sacramento en la reserva solemne, después de la misa "en la Cena del Señor". En esta ocasión es oportuno leer una parte del Evangelio según san Juan (capítulos 13-17). Pasada la medianoche, la adoración
debe hacerse sin solemnidad, dado que ha comenzado ya el día
de la Pasión del Señor. El Viernes de la Pasión del Señor es un día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia por medio de la abstinencia y el ayuno. La celebración de la
Pasión del Señor ha de tener lugar después
del mediodía, cerca de las tres (15 horas). Por razones
pastorales, puede elegirse otra hora más conveniente para
que los fieles puedan reunirse más fácilmente:
por ejemplo, desde el mediodía hasta el atardecer, pero
nunca después de las nueve de la noche (21 horas). DOMINGO DE PASCUA DE LA
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR . Las razones presentadas a veces para justificar la anticipación de la Vigilia Pascual, por ejemplo, la inseguridad pública, no se tienen en cuenta en el caso de la noche de Navidad o de reuniones de otro género. La celebración de la Vigilia Pascual se desarrolla de la siguiente manera: después del Lucernario o del Pregón Pascual (que es la primera parte de la Vigilia), la Santa Iglesia contempla las maravillas que el Señor Dios realizó desde el principio en favor de su pueblo (segunda parte o liturgia de la palabra), hasta que, acompañada ya de sus nuevos hijos renacidos en el bautismo (tercera parte), es invitada a la mesa preparada por el Señor para la Iglesia, memorial de su Muerte y Resurrección, en espera de su nueva venida (cuarta parte ). En el modo de anunciar la celebración de la Vigilia Pascual, evítese presentarla como el último acto del "Sábado Santo". Dígase, más bien, que la Vigilia Pascual se celebra "en la noche de la Pascua", y precisamente como una celebración unitaria. Se recomienda encarecidamente a los pastores que en la formación de los fieles insistan en la conveniencia de participar en toda la Vigilia Pascual. EL DÍA DE PASCUA.
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