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5. ROSARIO "MILAGROSA" |
PRIMER MISTERIO Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre, en la noche de vuestra dolorosa Pasión y cruel agonía en el huerto de las Olivos. Y vosotras, almas santas, alcanzadnos
del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión
de la Santísima Virgen, saludándola diez veces
con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos. SEGUNDO MISTERIO
Y vosotras, almas santas, alcanzadnos
del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión
de la Santísima Virgen, saludándola diez veces
con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a vos. TERCER MISTERIO Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió Vuestro amantísimo Corazón y el de vuestra Purísima Madre con la cruel coronación de espinas, burlas y escarnios. Y vosotras, almas santas, alcanzadnos
del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión
de la Santísima Virgen, saludándola diez veces
con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos. CUARTO MISTERIO Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en el encuentro de la calle de la Amargura caminando con pesada cruz de nuestros pecados. Y vosotras, almas santas, alcanzadnos
del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión
de la Santísima Virgen, saludándola diez veces
con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos. QUINTO MISTERIO Os suplicamos, Señor, saquéis tantas almas del purgatorio y convirtáis tantos pecadores, cuantas fueron las sensaciones de dolor que sufrió vuestro amantísimo corazón y el de vuestra Purísima Madre en las tres horas de mortal agonía y afrentosa muerte en la Cruz. Y vosotras, almas santas, alcanzadnos
del Señor las gracias que deseamos conseguir por intercesión
de la Santísima Virgen, saludándola diez veces
con la jaculatoria. ¡Oh María! sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos. Se concluye el rosario rezando el Credo y la Salve. Pedid con fe y recibiréis. |
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