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BENDICIÓN FAMILIAR
DE LA CORONA DE ADVIENTO
[1]
ORACIONES

 

[Ilustración de la corona de adviento]

"La "Corona de Adviento" o "Corona de las luces de Adviento" es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso.

La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz es un símbolo de Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona muestra la ascensión gradual hacia la plenitud de la luz de Navidad. El color verde de la corona significa la vida y la esperanza.

La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos ha dado la verdadera vida."

Bendicional 1235-1237

   

I DOMINGO DE ADVIENTO


V/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/ Que hizo el cielo y la tierra.

Monición:
Al comenzar el año litúrgico vamos bendecir esta corona con la que inauguramos también el Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza.
¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! (Is 60,1)

Oremos:
La tierra, Señor, se alegra en estos días,
y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor,
que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas
de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida,
hemos preparado esta corona con ramos del bosque
y la hemos adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación
para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor,
que mientras se acrecienta cada día
el esplendor de esta corona, con nuevas luces,
a nosotros nos ilumines con el esplendor de aquel que,
por ser la luz del mundo, iluminará nuestras oscuridades.
El que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

II DOMINGO DE ADVIENTO

V/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/ Que hizo el cielo y la tierra.

Monición:
Ahora Hermanos, encendemos la segunda vela de esta corona de Adviento, unidos en una misma esperanza, pidamos al Señor que su salvación llegue a nosotros y al
mundo entero.

Oremos:
¡Ven Señor Jesús! ¡Ven pronto a salvarnos!
Para los que viven en tribulación...
Para los que no tienen esperanzas...
Para los que se quedaron sin aliento...
¡Ven Señor Jesús! ¡Ven pronto a salvarnos!

II DOMINGO DE ADVIENTO


V/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/ Que hizo el cielo y la tierra.

Monición:
Ahora Hermanos, encendemos la segunda vela de esta corona de Adviento, unidos en una misma esperanza, pidamos al Señor que su salvación llegue a nosotros y al
mundo entero.

Oremos:
¡Ven Señor Jesús! ¡Ven pronto a salvarnos!
Para los que viven en tribulación...
Para los que no tienen esperanzas...
Para los que se quedaron sin aliento...
¡Ven Señor Jesús! ¡Ven pronto a salvarnos!

III DOMINGO DE ADVIENTO

V/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/ Que hizo el cielo y la tierra.

Monición:
Este es el tiempo propicio para anunciar la liberación de los pueblos y de los hombres, por eso al encender la tercera vela de esta corona de Adviento, anunciemos con ella la Buena Noticia: el Señor viene a salvarnos, ya es hora de abandonar el miedo, ya es hora de decir sí a Dios.

Oremos:
¡Ven pronto Señor que te esperamos!
Para aliviar el sufrimiento de los que tienen el corazón destrozado...
Para aliviar el hambre de los hambrientos de pan, de amor y de Dios...
Para aliviar el cansancio de los que no encuentran sentido a la vida...
¡Ven pronto Señor que te esperamos!

IV DOMINGO DE ADVIENTO

V/ Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/ Que hizo el cielo y la tierra.

Monición:
En este cuarto domingo de Adviento, encendemos la última vela de la corona. Pensamos en Santa Maria Virgen, ella como nadie esperó al Salvador.

Oremos:
Señor te sembraste en ella y en sus brazos encontraste la cuna más hermosa,
también nosotros queremos prepararnos para recibirte.
El Señor esta cerca, escuchamos su mensaje:
¡No temas! Yo tengo la alegría que buscas.
¡No temas! Yo vengo en tu ayuda.
¡No temas! Yo soy tu Dios.

 



1. La colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en un símbolo del Adviento en los hogares cristianos. La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78). Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, n. 98.
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