CÁNTICO
DE ZACARÍAS (BENEDICTUS) (LC 1, 68-79)
El Mesías y su precursor
Bendito sea el Señor,
Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos
una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo por la boca
de sus santos profetas.
Es la salvación que
nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que
nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza y el juramento que hizo a nuestro
padre Abrahán.
Para concedernos que, libres
de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos
con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán
profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre.
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CÁNTICO
DE LA VIRGEN MARÍA (MAGNIFICAT) (LC 1, 46-55)
Alegría del alma en el Señor
Proclama mi alma la grandeza
del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes
en mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus
fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono
a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos
los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia, como lo había prometido
a nuestros padres, en favor de Abrahán y su descendencia
por siempre.
Gloria al Padre.
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CÁNTICO
DE SIMEÓN (NUNC DIMITTIS) (LC 2, 29-32)
Cristo, luz de las naciones y gloria de Israel
Ahora, Señor,
según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis
ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos
los pueblos:
luz para alumbrar
a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre
1.
Para más información
sobre cada uno de estos cánticos del Nuevo Testamento,
se puede consultar los artículos de la Enciclopedia Católica:
Benedictus,
Magnificat,y
Cántico de Simeón. También
en el Directorio
Franciscano se pueden leer comentarios sobre el Cántico de la Virgen María (Magnificat)
y el Cántico de Zacarías (Benedictus).
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