ORACIONES
PARA LA MAÑANA
Oración
para comenzar el día
Señor, en el silencio
de este día que comienza, vengo a pedirte la paz, la prudencia,
la fuerza. Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor,
ser paciente, comprensivo, dulce y prudente. Ver por encima de
las apariencias a tus hijos como Tu mismo los ves y así
no ver más que el bien en cada uno de ellos. Cierra mis
ojos a toda calumnia, guarda mi lengua en toda maldad, que sólo
los pensamientos caritativos permanezcan en mi espíritu,
que sea benévolo y alegre, que todos los que se acerquen
a mí sientan tu presencia. Revísteme de Ti, Señor,
y que a lo largo de este día yo te irradie.
Oración
para pedir protección
Altísimo Dios de todo
lo creado. Verdad infalible en quien creo. Clemencia infinita
en quien espero. Bondad inmensa a quien amo sobre todas las cosas
y a quien me pesa haber ofendido. Te doy gracias por haberme
creado, redimido, bautizado, y conservado; y por todos los beneficios
que me has hecho hasta ahora. Te ofrezco todos los pensamientos,
palabras, obras y sufrimientos de este día con intención
de ganar sus indulgencias y aplicarlas por las almas del purgatorio.
No permitas, Padre mío,
que te ofenda. Líbrame de las tentaciones del demonio.
Dame fuerza para huir de las ocasiones de pecar y vencer mis
pasiones. Haz que cumpla con el fin para el cual estoy en el
mundo, que conozca tu voluntad, que me preocupe por la salvación
de mi alma y por hacer el bien a mi prójimo. Que viva
el día de hoy como si fuera el último de mi vida.
Para que merezca gozarte en el reino eterno de la gloria.
Te lo pido por los méritos
de mi Señor Jesucristo y la intercesión de mi Madre,
la siempre Virgen María, de mi ángel de la guarda,
de San José, de San(ta)..., y demás patronos y
abogados míos. Amén.
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ORACIONES
DURANTE EL DÍA
Al
salir de casa
Dirigid, Señor, mis
pasos como dirigisteis los de Tobías. El Arcángel
San Rafael me acompañe y defienda de los lazos del mundo,
para que vuelva a casa sin daño de alma y cuerpo.
Al
comenzar una obra
Os ofrezco, Dios mío,
este trabajo; bendecidlo para que redunde en gloria vuestra y
bien de mi alma.
Al
sentir una tentación
¡Señor, no me
dejes caer en la tentación! ¡Oh Señora mía!,
acordaos que soy vuestro; guardadme y defendedme como cosa y
propiedad vuestra. Angel de mi guarda, defendedme. Antes morir
que pecar.
Al
oir alguna blasfemia
Bendito sea Dios. Alabado sea
el Santísimo Sacramento del Altar. (Rezar un Avemaría).
Virgen santísima, Reina de cielos y tierra, os amo con
todo mi corazón. Perdonadle, Señor, que no sabe
lo que dice.
Antes
de comer
Bendice, Señor, los
alimentos que vamos a tomar y haz que nos aprovechen para ocuparnos
en vuestro santo servicio. Padrenuestro y Gloria.
En
acción de gracias
Te damos gracias por todos
tus beneficios, Dios todopoderoso, que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
Comunión
espiritual
Creo, Señor Jesús,
que estás presente en el Santísimo Sacramento.
Me pesa de verdad haberte ofendido. Te amo sobre todas las cosas,
y deseo con ardor recibirte, pero ya que no puedo hacerlo ahora
sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Quédate conmigo y no permitas que jamás me aparte
de ti.
Jaculatorias
¡Dios mío, y todas
mis cosas!
Jesús, manso y humilde de corazón, haced mi corazón
semejante al vuestro.
¡Jesús mío, misericordia!
¡Dulcísimo Jesús! no seas mi Juez, sino mi
Salvador!
¡Jesús, María y José!
Dulce Corazón de María, sed mi salvación.
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ORACIONES
PARA LA NOCHE
Oración
para pedir perdón
Oh Dios, dame en esta hora
la gracia de reconocer debidamente mis pecados ante ti, y de
arrepentirme de ellos verdaderamente. Borra de tu libro, Señor
de misericordia, mis múltiples acciones cometidas contra
ti. Perdóname todas las distracciones en la oración,
mis pecados de omisión, y mis pecados deliberados contra
la conciencia.
Dame luz para ver lo que he
de hacer, valor para emprenderlo y firmeza para llevarlo a cabo.
Que en todas las cosas avance en la obra de santificación,
de la realización de tu voluntad; y que en definitiva,
por tu misericordia, pueda alcanzar la gloria de tu Reino eterno,
por Jesucristo nuestro Señor. (Venerable J. H. Newman)
Oración
al acostarse
Oh buen dios,
haced que mientras yo duerma, mi corazón esté velando:
que sea yo preservado de todo mal por vuestros ángeles,
a los cuales ordenasteis que me guarden en todos mis caminos.
Protesto que mientras estaré entregado al sueño,
quisiera adoraros del modo que os adoran vuestros ángeles
en el cielo, y ya que la naturaleza exige el reposo de mi frágil
y miserable cuerpo, os ofrezco las adoraciones que os tributan
los espíritus celestiales, así como las oraciones,
las lágrimas, las mortificaciones y penitencias de todos
vuestros siervos que pasan una gran parte de la noche entregados
a estos piadosos ejercicios.
Aceptad, Dios
mío, estos ofrecimientos y deseos de mi corazón,
para que de día y de noche no cese de alabar vuestro santo
nombre. Os pido, Señor, esta gracia por los méritos
del Sagrado Corazón de vuestro santísimo Hijo mi
Redentor y Salvador mío.
Antes
de entregarse al sueño
Tendido al
verme sospecho / que está la muerte cercana. / ¿Me
levantaré mañana? / ¿Será mi tumba
este lecho? / Señor, ten mi pecho / lleno de Tu amor,
de suerte / que no me asuste la muerte, / venga cuando Tú
dispongas, / con tal que al morir me pongas / donde pueda amarte
y verte. /
Señor
mío Jesucristo, / Padre de mi corazón, / perdona
mis pecados que Tú sabes / mejor que yo cuántos
son. / Son infinitos ¡Dios mío! / Infinitos, Señor,
son. / Echame la penitencia / y dame la absolución / y
si esta noche me muero / me sirva de confesión.
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Jesús, José y
María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última
agonía.
Jesús, José y María, con vosotros descanse
en paz el alma mía.
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