CÁNTICO
DE LAS CRIATURAS [1]
San Francisco
de Asís
Omnipotente, altísimo,
bondadoso Señor, tuyas son la alabanza, la gloria y el
honor; tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas
por toda criatura, mi Señor, y en especial loado por el
hermano sol, que alumbra, y abre el día, y es bello en
su esplendor, y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana
luna, de blanca luz menor, y las estrellas claras, que tu poder
creó, tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y
brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
Y por la hermana
agua, preciosa en su candor, que es útil, casta, humilde:
¡loado, mi Señor! Por el hermano fuego, que alumbra
al irse el sol, y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi
Señor!
Y por la hermana
tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra,
que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores
de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!
Y por los que
perdonan y aguantan por tu amor los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor, porque les
llega el tiempo de la consolación!
Y por la hermana
muerte: ¡loado, mi Señor! Ningún viviente
escapa de su persecución; ¡ay si en pecado grave
sorprende al pecador! ¡Dichosos los que cumplen la voluntad
de Dios!
¡No probarán
la muerte de la condenación! Servidle con ternura y humilde
corazón. Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor. Amén.
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BENDECID
AL SEÑOR [2]
Criaturas todas
del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos
por los siglos.
Angeles del
Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio,
bendecid al Señor; ejércitos del Señor,
bendecid al Señor.
Sol y luna,
bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío,
bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor,
bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al
Señor.
Rocíos
y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos,
bendecid al Señor.
Escarchas y
nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid
al señor.
Luz y tinieblas,
bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la
tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres,
bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga
al Señor.
Manantiales,
bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos
y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al
Señor. Fieras y ganado, bendecid al Señor, ensalzadlo
con himnos por los siglos.
Hijos de los
hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes
del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor,
bendecid al Señor.
Almas y espíritus
justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón,
bendecid al Señor.
Ananías,
Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo
con himnos por los siglos.
Bendigamos
al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, ensalcémoslo
con himnos por los siglos.
Bendito el
Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso
y ensalzado por los siglos. Amén
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ORACIÓN
DE JUAN PABLO II [3]
Dios, Creador
del cielo y de la tierra, Padre de Jesús y Padre Nuestro:
Bendito seas
Señor, Padre que estás en el cielo, porque en tu
infinita misericordia te has inclinado sobre la miseria del hombre
y nos has dado a Jesús, tu Hijo, nacido de mujer, nuestro
salvador y amigo, hermano y redentor. Gracias, Padre bueno, por
el don del Año jubilar; haz que sea un tiempo favorable,
el año del gran retorno a la casa paterna, donde Tú,
lleno de amor, esperas a tus hijos descarriados para darles
el abrazo del perdón y sentarlos a tu mesa, vestidos con
el traje de fiesta.
¡A ti,
Padre, nuestra alabanza por siempre!
Padre clemente,
que en el Año Santo se fortalezca nuestro amor a ti y
al prójimo: que los discípulos de Cristo promuevan
la justicia y la paz; se anuncie a los pobres la Buena Nueva
y que la Madre Iglesia haga sentir su amor de predilección
a los pequeños y marginados.
¡A ti,
Padre, nuestra alabanza por siempre!
Padre justo,
que el gran Jubileo sea una ocasión propicia para que
todos los católicos descubran el gozo de vivir en la escucha
de tu palabra, abandonándose a tu voluntad; que experimenten
el valor de la comunión fraterna partiendo juntos el pan
y alabándote con himnos y cánticos espirituales.
¡A ti,
Padre, nuestra alabanza por siempre!
Padre, rico
en misericordia, que el santo Jubileo sea un tiempo de apertura,
de diálogo y de encuentro con todos los que creen en Cristo
y con los miembros de otras religiones:
en tu inmenso amor, muestra generosamente tu misericordia con
todos.
¡A ti,
Padre, nuestra alabanza por siempre!
Padre omnipotente,
haz que todos tus hijos sientan que en su caminar hacia ti, meta
última del hombre, los acompaña bondadosa la Virgen
María, icono del amor puro, elegida por ti para ser Madre
de Cristo y de la Iglesia.
¡A ti,
Padre, nuestra alabanza por siempre!
A ti, Padre
de la vida, principio sin principio, suma bondad y eterna luz,
con el Hijo y el Espíritu, honor y gloria, alabanza y
gratitud por los siglos sin fin. Amén.
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ORACIÓN
DE ALABANZA
Bendito seas Tú, mi
Señor.
Bendito seas Tú, Dios
mío, porque eres bueno,porque tu amor por mí es
infinito.
Seas bendito y alabado siempre.
Gracias, Señor, por
tu amor.
1.
Se ofrece aquí la versión de Luis Felipe. En este
mismo sitio se puede ver una página con oraciones a este santo.[Volver]
2.
Proviene del canto de los tres jóvenes del Libro de Daniel
(3: 57-88, 56) La Iglesia utiliza este himno de alabanza en la
Liturgia de las Horas. [Volver]
3.
Fue compuesta para el tercer año de preparación
del Gran Jubileo del Año 2000. [Volver]
La
ilustración de esta página es cortesía de
Hermanoleón Clipart (HH. Franciscanos de Cruz
Blanca). |