DÍA CUARTO
Comenzar con la oración
preparatoria para todos los días.
¡Oh Padre San Vicente,
singular abogado mío! Ya que vos en esta vida practicasteis
la mortificación con ayunos, vigilias, cilicios y otras
penalidades, conseguidme que sepa yo huir de lo que es puro regalo
y sea imitador vuestro en evitar lo que pueda dañar a
mi alma, para ser vuestro compañero en las mansiones de
la Gloria. Amén.
Tres Padrenuestros, Avemarías
y Glorias en honor de la Santísima Trinidad por las gracias
con que enriqueció a San Vicente. Pedir a continuación
la gracia que se desea alcanzar por intercesión del Santo
y terminar con la oración
final para todos los días.
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DÍA QUINTO
Comenzar con la oración
preparatoria para todos los días.
¡Oh Padre mío
San Vicente, ejemplar de paciencia! Vos sufristeis sin alteraros
injurias, calumnias y desprecios de aquellos a quienes habíais
hecho beneficios. Alcanzadme aquella apacible mansedumbre que
me permita decir al Señor que me perdone mis culpas, como
yo de corazón perdono a mis ofensores. Así sea.
Tres Padrenuestros, Avemarías
y Glorias en honor de la Santísima Trinidad por las gracias
con que enriqueció a San Vicente. Pedir a continuación
la gracia que se desea alcanzar por intercesión del Santo
y terminar con la oración
final para todos los días.
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DÍA SEXTO
Comenzar con la oración
preparatoria para todos los días.
¡Oh Padre San Vicente,
que siempre obedecisteis, cumpliendo la voluntad santísima
de Dios, ejecutando fielmente los empleos de vuestro ministerio
apostólico! Alcanzadme que yo sea obediente a mis superiores
para que cante la victoria final, prometida a los que obedecen,
y consiga la palma del cielo. Así sea.
Tres Padrenuestros, Avemarías
y Glorias en honor de la Santísima Trinidad por las gracias
con que enriqueció a San Vicente. Pedir a continuación
la gracia que se desea alcanzar por intercesión del Santo
y terminar con la oración
final para todos los días.
DÍA SÉPTIMO
Comenzar con la oración
preparatoria para todos los días.
¡Oh Padre San Vicente,
dechado de caridad fraterna! Alcanzadme que sepa amar a mis prójimos
como a mí mismo; que desterrando de mí la envidia
y toda pasión que al desinteresado y generoso amor a mis
semejantes se opone, me dedique a hacerles bien y así
logre atraerlos al servicio de Dios para reinar con vos en la
Gloria. Amén.
Tres Padrenuestros, Avemarías
y Glorias en honor de la Santísima Trinidad por las gracias
con que enriqueció a San Vicente. Pedir a continuación
la gracia que se desea alcanzar por intercesión del Santo
y terminar con la oración
final para todos los días.
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DÍA OCTAVO
Comenzar con la oración
preparatoria para todos los días.
¡Oh glorioso Padre San
Vicente, que predicando el rigor de la divina justicia en el
día del Juicio Final llenasteis los corazones del santo
temor de Dios, y despertándolos del sueño del pecado
y de la tibieza en el servicio divino los condujisteis a una
vida de fervor religioso! Guardadme de toda culpa, ayudadme a
levantarme de la apatía y tibieza para que emprenda el
camino de la virtud, el cual conduce a la bienaventuranza de
la Gloria. Amén.
Tres Padrenuestros, Avemarías
y Glorias en honor de la Santísima Trinidad por las gracias
con que enriqueció a San Vicente. Pedir a continuación
la gracia que se desea alcanzar por intercesión del Santo
y terminar con la oración
final para todos los días.
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DÍA NOVENO
Comenzar con la oración
preparatoria para todos los días.
¡Oh benditísimo
San Vicente Ferrer, que recorristeis muchos pueblos y naciones
para salvar las almas! Pedid por los pueblos donde la doctrina
del Evangelio ha sido ya predicada, para que en ellos vivan las
gentes según las máximas de Jesucristo y se salven;
y en cuanto a aquellos donde la palabra de Dios no ha sido anunciada,
pedid que a ellos sean enviados misioneros evangélicos;
pedid asimismo nuevos operarios para el servicio de la Santa
Iglesia, y que secundando sus instrucciones florezca la religión
en las familias y en las sociedades. Amén.
Tres Padrenuestros, Avemarías
y Glorias en honor de la Santísima Trinidad por las gracias
con que enriqueció a San Vicente. Pedir a continuación
la gracia que se desea alcanzar por intercesión del Santo
y terminar con la oración
final para todos los días. |