ORACIÓN
DE LA
BEATA ISABEL DE LA TRINIDAD [1]
¡Oh Dios mío,
trinidad adorable, ayúdame a olvidarme por entero para
establecerme en ti!
¡Oh mi
Cristo amado, crucificado por amor! Siento mi impotencia y te
pido que me revistas de ti mismo, que identifiques mi alma con
todos lo movimientos de tu alma; que me sustituyas, para que
mi vida no sea más que una irradiación de tu propia
vida. Ven a mí como adorador, como reparador y como salvador...
¡Oh fuego
consumidor, Espíritu de amor! Ven a mí, para que
se haga en mi alma una como encarnación del Verbo; que
yo sea para él una humanidad sobreañadida en la
que él renueve todo su misterio.
Y tú,
¡oh Padre!, inclínate sobre tu criatura; no veas
en ella más que a tu amado en el que has puesto todas
tus complacencias.
¡Oh mis
tres, mi todo, mi dicha, soledad infinita, inmensidad en que
me pierdo! Me entrego a vos como una presa; sepultaos en mi para
que yo me sepulte en vos, en espera de ir a contemplar en vuestra
luz el abismo de vuestras grandezas.
__________
ORACIÓN
DE
SANTA CATALINA DE SIENA
¡Oh Trinidad
eterna! Tú eres un mar sin fondo en el que, cuanto más
me hundo, más te encuentro; y cuanto más te encuentro,
más te busco todavía. De ti jamás se puede
decir: ¡basta! El alma que se sacia en tus profundidades,
te desea sin cesar, porque siempre está hambrienta de
ti, Trinidad eterna; siempre está deseosa de ver tu luz
en tu luz. Como el ciervo suspira por el agua viva de las fuentes,
así mi alma ansía salir de la prisión tenebrosa
del cuerpo, para verte de verdad...
¿Podrás
darme algo más que darte a ti mismo? Tú eres el
fuego que siempre arde, sin consumirse jamás. Tú
eres el fuego que consume en sí todo amor propio del alma;
tú eres la luz por encima de toda luz...
Tú eres
el vestido que cubre toda desnudez, el alimento que alegra con
su dulzura a todos los que tienen hambre. ¡Pues tú
eres dulce, sin nada de amargor!
¡Revísteme,
Trinidad eterna, revísteme de ti misma para que pase esta
vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima,
con la que tú has embriagado a mi alma!
__________
ORACIÓN
DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
Tú eres
santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres
altísimo.
Tú eres rey omnipotente, tú eres Padre santo, Rey
del cielo y de la tierra.
Tú eres trino y uno, Señor Dios, todo bien.
Tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios,
vivo y verdadero.
Tú eres caridad y amor, tú eres sabiduría.
Tú eres humildad, tú eres paciencia, tú
eres seguridad.
Tú eres quietud, tú eres gozo y alegría.
Tú eres justicia y templanza.
Tú eres todas nuestras riquezas a satisfacción.
Tú eres hermosura, tú eres mansedumbre.
Tú eres protector, tú eres custodio y defensor.
Tú eres fortaleza, tú eres refrigerio.
Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra.
Tú eres la gran dulzura nuestra.
Tú eres la vida eterna nuestra, grande y admirable Señor,
Dios omnipotente, misericordioso salvador.
1. Isabel Catez
Rolland nació en Bourges, Francia, el 18-7-1880. El 2
de enero de 1901, a los 21 años de edad, ingresó
en el convento carmelitano de Dijón, con el nombre de
Sor Isabel de la Trinidad y con el propósito de ser "Alabanza
de gloria de la Santísima Trinidad" y crecer
de día en día "en la carrera del amor a
los Tres". Falleció el l 9-11-1906 a causa de
una úlcera de estómago. Fue beatificada por Juan
Pablo II el 25-11-1984. "La Trinidad: aquí está
nuestra morada, nuestro hogar, la casa paterna de la que jamás
debemos salir... Me parece que he encontrado mi cielo en la tierra,
puesto que el cielo es Dios y Dios está en mi alma. El
día que comprendí eso todo se iluminó para
mí." Su
fiesta se celebra el 8 de noviembre. [Volver] |