DÍA CUARTO
San
Judas, Campeón de Justicia y Paz
Al acompañar a Jesús
y al escuchar su enseñanza, San Judas aprendió
cómo luchar por la justicia y la paz. El oyó el
sermón de la montaña cuando Jesús enseñó,
"Bienaventurados son los que trabajan por la paz, porque
serán reconocidos como hijos e hijas de Dios....Bienaventurados
ustedes cuando por cause mía los maldigan, los persigan
y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense
contentos, porque será grande la recompensa que recibirán
en el cielo." (Mt 5:9, 11-12)
San Judas escribió en
su carta, "Les ruego que luchen por la fe que una vez fue
entregada a los que pertenecen a Dios." (Judas 1:3). San
Judas sí luchaba por todo lo que Jesús trató
de establecer. Como Jesús, San Judas predicaba la buena
nueva a los pobres, proclamó la libertad a los cautivos,
restauró la vista a los ciegos, y liberó a los
oprimidos. (Lc 4:18)
A veces resistimos el reto
del Señor para luchar por el reino de justicia y paz.
Tememos la crítica y el conflicto; buscamos la comodidad
y la conveniencia. San Judas no fue así. El trabajó
por la justicia con mucho entusiasmo porque entendía que
sin justicia, no hay una paz verdadera.
Por su compromiso al reino
de justicia y paz, San Judas sufrió precisamente como
Jesús había predicho, "Los odiarán
a ustedes por causa mía." (Mt 10:22) Sin embargo,
él disfrutó de la paz que Jesús prometió
en la última cena, "Mi paz les dejo; mi paz les doy,
pero no como dan la paz los del mundo." (Jn 14:27)
ORACIÓN
San Judas, tú
muy valientemente predicaste la Palabra de Dios en las situaciones
más difíciles. Como Jesús, tú defendiste
a los pobres y oprimidos y desafiaste a los ricos y poderosos.
Cuando te amenazaron con la muerte, no acudiste a la violencia
o desesperación sino te acordaste de las palabras de Jesús
sobre la paz y el perdón. Escucha nuestra oración
por la paz y justicia en el mundo. Pide al Señor que nos
dé la valentía para defender lo correcto. Ora para
que seamos constructores efectivos de la paz como tú,
especialmente donde hay guerra y opresión, en nuestras
comunidades donde hay violencia y conflicto, y en nuestras familias
donde hay discusiones y peleas. Amén.
- Compromiso. Prometo levantar
la voz y actuar contra la injusticia y trabajar por la paz dondequiera
que yo esté.
__________
DÍA QUINTO
San
Judas, Servidor del Pueblo de Dios
San Judas tenía el privilegio
de acompañar a Jesús diariamente. Aprendía
del Señor cómo Dios nos ama y cómo debemos
amarnos unas personas a otras.
A veces queremos que otros
nos sirvan, que hagan lo que nosotros queremos y que atiendan
a nuestras necesidades. Como San Judas, debemos aprender de Jesús
quien dijo, "La persona entre ustedes que quiera ser grande,
deberá servir a los demás; y la persona que quiera
ser el primero, deberá ser su esclavo, como el hijo del
pueblo que no vino para ser servido sino para servir y para dar
su vida como precio por la libertad de muchos." (Mt 20:26-28)
En la última cena Jesús
mostró a San Judas y a los otros apóstoles cómo
deberían servir. Les lavó los pies y luego dijo,
"Yo les he dado un ejemplo para que ustedes hagan lo mismo
que yo les he hecho." (Jn 13:15)
San Judas no buscaba un premio
por hacer el bien. Más bien, vivía lo que Cristo
enseñó: "Cuando ya hayan cumplido todo lo
que Dios les manda, deberán decir: 'Somos servidores que
no hacíamos falta, porque no hemos hecho más que
cumplir con nuestra obligación' ."(Lc 17:10)
San Judas cumplió los
mandamientos señalados por Jesús como los más
importantes: amar a Dios con todo su corazón, toda su
alma, y toda su mente, y a su prójimo como a si mismo
(Mt 22:27-40). Jesús quiere que nos amemos como él
nos ama: "Así como yo los amo a ustedes, así
deben amarse ustedes unas personas a otras. Si se aman los unos
a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son mis
discípulos." (Jn 13:34-35)
ORACIÓN
San Judas, aunque fuiste elegido por
Jesús como uno de los apóstoles, aprendiste a no
ser orgulloso, ni buscar honores o los lugares más altos.
Al contrario, te humillaste en su servicio a tus hermanas y hermanos.
Pedimos que nos ayudes a servir con un corazón más
generoso y sacrificar nuestro propio interés por el bien
de otros. Intercede por nosotros con nuestro Cristo crucificado,
quien se humilló en la cruz, quien sacrificó su
vida para que tengamos vida nosotros. Que lo imitemos con una
vida de servicio a los demás, una vida dedicada y desinteresada.
Amén.
- Compromiso. Prometo cumplir
un servicio a los que lo necesitan más o a los que no
lo esperan.
__________
DÍA SEXTO
San
Judas, Reconciliador Compasivo
Aunque fue un apóstol,
San Judas era humano como todos nosotros, y el perdón
no le vino fácilmente. Pero, él aprendió
de su Maestro, nuestro Señor, cómo perdonar. Probablemente
fue sorprendido al escuchar a Jesús decir, "Amen
a sus enemigos y recen por quienes los persiguen," para
que "sean perfectos, como su Padre que está en el
cielo es perfecto." (Mt 5:44, 48).
Como San Pablo, San Judas predicaba
que no debemos dejar que el sol se ponga sobre nuestra ira. (Ef
4:26) Y si tenemos algo en contra de alguien, tenemos que reconciliarnos
con esa persona antes de presentar nuestra ofrenda en el altar.
(Mt 5:23-24)
¿Perdonamos a las personas
que nos han ofendido? Y cuántas veces debemos perdonarlos?
Cuando Pedro hizo a Jesús esa pregunta, quizás
San Judas oyó su respuesta: "No te digo hasta siete
veces, sino hasta setenta veces siete." (Mt 18:22)
Cuando Jesús enseñaba
a San Judas y a los otros apóstoles como orar, explicó,
"Si perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre
que está en el cielo los perdonará también
a ustedes." (Mt 6:14) Por esta razón rezamos con
las palabras que Jesús nos enseñó, "perdona
nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden."
ORACIÓN
San Judas, apóstol de la misericordia
y reconciliación, ayúdanos a perdonarnos unos a
otros. Tú comprendes la profundidad de la compasión
de Dios y nuestra resistencia a perdonar. Tú aprendiste
de Jesús, el hijo de Dios, cómo ser misericordioso.
El le enseñó cómo perdonar a los que le
persiguieron y le dieron la muerte. Intercede por nosotros delante
de nuestro Dios compasivo para que podamos perdonar a las personas
que nos han ofendido. Ayúdanos a quitar todo vestigio
de odio, amargura o rencor de nuestro corazón. Que tengamos
la fuerza de perdonar como Dios nos perdona. Amén.
- Compromiso. Perdonaré
a alguien que me ha ofendido y trataré de reconciliarme
con esa persona.
Días 7 a 9 de
la novena en la página siguiente
> |